Cai Teruel se mete en la final ante un gran Río Duero San José

CAI Teruel fue implacable y consiguió la clasificación para la final de la Superliga ante un grandísimo Río Duerio San José, que apoyado por 2.200 seguidores en las gradas plantó cara y no se dio por vencido hasta el último suspiro, a pesar de las bajas de Manuel Sevillano, Dani Sanz y Alfonso Flores, que tampoco pudo jugar este partido. Los parciales de 22-25, 9-25 y 24-26 muestran que Teruel fue mejor, pero el juego de los sorianos en el primer y tercer set hizo ponerse en pie al público que no cesó de animar, en una fiesta del voleibol como pocas veces se han visto en nuestra competición.

El partido comenzó los dos equipos muy metidos y sin dar tregua. A un gran punto de uno respondía rápidamente el otro equipo con un punto mejor. El ambientazo, con presencia de un centenar de seguidores de Teruel, ponía los pelos de punta, y los jugadores se lucían en el mejor de los escenarios. Hasta el 18-18 los celestes aguantaron el tipo, pero dos puntos seguidos de CAI Teruel le dieron alas a los de Carreño que supieron mantener esa ventaja para hacer lo más difícil, sumar el primer parcial, 22-25.

Estaba jugando muy bien Soria, pero no era suficiente para superar al campeón. Las bajas se hicieron notar más en el segundo parcial, ya que Flores no podía casi variar a sus jugadores y Teruel se dio un paseo militar en esta manga, en la que dominó desde el principio con gran autoridad, 9-25.

Pero la casta del Río Duero San José hace que sus jugadores no se rindan nunca. Los mejores momentos del equipo celeste se vivieron en el tercer parcial. El público les convenció de que aún se podía y jugaron unos primeros puntos de ensueño, 16-11. Parecía que la gesta era posible, pero no se podía fallar nada porque enseguida los maños se crecían. Y así fue. Dos errores y un gran acierto en bloqueo de los de Carreño dejaron la diferencia en dos puntos, y después de un intercambio de puntos se llegó al 19-19. Ni eso mermó el coraje de los locales que volvieron a tener dos puntos de ventaja con el 19-21 y llegaron a tener bola de set con el 24-23. Aquí apareció la clase de los naranjas, que no se arrugaron y jugaron tres grandes puntos para ganar 24-26 y sentencia el choque por 0-3.

Parecía que la fiesta del voley en Soria había acabado, pero no fue así, ni mucho menos, los 2.200 aficionados de las gradas ovacionaron a sus jugadores durante varios minutos. Le dieron otra ovación al equipo y a la afición de Teruel por haber llegado a la final y con la charanga Salmonete Band que amenizó todo el choque, bajaron a la cancha y durante una hora estuvieron celebrando junto a toda la plantilla y directivos el final de una temporada inolvidable e histórica para el deporte soriano. Sería injusto destacar a ningún jugador, porque todos los que salieron a la cancha hicieron lo posible porque este deporte siga haciendo vibrar a la afición.

Informa Río Duero San José