Arenal Emevé cede el derbi ante un Boiro más sólido

Tres temporadas después el gran derbi gallego regresaba al Municipal de Lugo. El nuevo proyecto del Arenal Emevé, marcado por la juventud en su plantilla, recibía a un Rotogal Boiro más consolidado en la categoría. Ese factor de la experiencia, ya señalado por José Valle en la previa, acabó siendo decisivo para que los visitantes se acabasen llevando con claridad el duelo. 

Las imprecisiones marcaron un primer parcial en el que, especialmente en el saque, ambos equipos cometieron muchos errores. Boiro dominó el marcador gracias a su mayor acierto en la recepción y defensa, además de la inteligencia de Casais y Davila que superaron los centímetros en la red del Arenal Emevé gracias a fintas y a aprovechar los espacios en el bloqueo. Los de José Valle fueron capaces de equilibrar las fuerzas cuando encontraron el juego por las puntas, pero los errores siguieron penalizándoles hasta acabar cediendo la primera manga ante un equipo visitante más sólido: 20-25.

Ya había advertido José Valle de la experiencia de Boiro en la categoría y los de Chicho Alves lo demostraron desde el inicio del segundo set, en el que Boiro comenzó por delante en el electrónico. Ambos conjuntos redujeron el índice de error en un parcial muy igualado y en el que la mejoría en el bloqueo parecía dar esperanzas al Arenal Emevé para igualar el partido. Supieron sufrir los visitantes para llegar a la parte decisiva del set con igualdad. Es en esos momentos ‘calientes’ cuando le pesa la bisoñez al joven equipo lucense, factor que supieron aprovechar los de Cabo da Cruz para llevarse el segundo por 21-25.

El 0-2 comenzó a parecer una losa muy pesada para los lucenses, que sufrían mucho con la línea de centrales de Boiro en los primeros puntos del tercer set. El binomio Wiernes-Casais marcaba el ritmo para unos visitantes que afilaban el colmillo al ver la presa cada vez más cerca. La mejoría en la recepción del Arenal Emevé (con especial mérito del cadete Brais Vázquez) le permitió a los lucenses equilibrar fuerzas y llegar hasta los puntos finales del set con opciones de intentar el milagro de la remontada. Los despistes y los errores no forzados devolvieron a los de casa a la realidad: un sólido Boiro cerró una victoria merecida por 3-0 (20-25 en el tercer set).

Informa Arenal Emevé